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lunes, 24 de diciembre de 2012

¿Los sueños se hacen realidad? Capítulo 30.


-Daniel-pronuncié.
-¿Qué?-me preguntó sin apartar la vista del portátil.
-¿Es verdad lo que están diciendo algunas personas del pueblo?
-Pues no sé. ¿Qué es lo que están diciendo?
-Que tú te vas otra vez a Los Ángeles.
Mi hermano levantó la cabeza para mirarme.
-¿Vas a creerte lo que diga la gente?
-No-musité bajando la vista.
-Ana.
-¿Si?-levanté la cabeza para mirarlo.
-No me voy a ir a Los Ángeles ni a ningún sitio-me aclaró.
Al rato:
-Voy a por un vaso de agua-acto seguido se levantó y entró en la casa.
Me quedé sentada en una de las tumbonas.
¿Qué estaría haciendo mi hermano en el ordenador? Seguramente en el tuenti.
<<Mi curiosidad y yo.>>
Agarré el portátil y me lo coloqué sobre mis piernas.
En efecto, tenía una pestaña abierta en la que aparecía el tuenti. Pero había otra pestaña más…
En la cabecera de esa página ponía:
KARAK          Vuelo        Hoteles       Coches

Había empezado a rellenar el formulario pero no lo había terminado.
Observé que había escrito:“De Málaga a Los Ángeles”.

No lo comprendía.¿Se iba a Los Ángeles de nuevo? Entonces,¿era cierto lo que me había dicho aquel hombre de que mi hermano regresaba a Los Ángeles? Pero,¿por qué Daniel me lo había negado?


Moisés llevaba varios días queriendo rayar, más bien, destrozar el coche de mi hermano.
-Aquí tienes, descargar tu furia.
Daniel le había llevado a Moisés un coche viejo que un amigo le había dado de un taller,aunque,después de lo que iba a pasar iría directo al desguace.
Mi hermano le entregó un hacha a Moisés.
-¡Venga! Descarga tu ira. Desbarata el coche.
Moisés lo hizo:comenzó a golpear el vehículo.
Cuando el coche estaba medio faratado,Daniel detuvo a Moisés y le dijo:
-Así estaba tu vida cuando yo me interné en el Centro de Desintoxicación. Todavía podías arreglarla, igual que todavía se puede arreglar este coche- dijo señalando el vehículo.-Pero decidiste seguir arruinandotela.
Daniel se alejó de Moisés.
-Sigue golpeando el coche.
Moisés le hizo caso, cosa que sorprendió a mi hermano y al mismo Moisés.
Cuando el vehículo estaba casi destrozado del todo, Daniel volvió a detenerlo
-Y así está tu vida ahora.¿Se puede arreglar?. Sí, puede que sí, pero es mucho más difícil.-hizo una pausa-¿quieres seguir destrozando tu vida?
Moisés se le quedó mirando unos segundos,luego, soltó el hacha y se marchó.
-Menos mal que le expliqué al tío del taller lo que podía pasar con el coche…-Alan estaba detrás de Daniel con las manos metidas en los bolsillos del pantalón-llamaré a la grúa para que lo lleve directamente al desguace.-sacó su móvil del bolsillo derecho del pantalón-Por cierto, lo has dejado K.O, tanto al coche como a Moisés-sonrió.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Comprobado.



Las personas que más dinero tienen, menos dan. Las que poseen menos dinero, más dan.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Respeto.



Respeto= palabra que algunas personas no saben lo que significa y por eso no lo tienen.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Al parecer.



Parece que las personas no saben comunicarse hablando ,sino, gritando, dando voces.

¿Los sueños se hacen realidad? Capítulo 29.



Estaba en shock. 15 años. ¡15 años viviendo con Daniel y nadie me dijo nunca que era adoptado! Eso demostraba cuánto confiaban mis padres en mí. Yo pensaba que lo de desconfiar de mí, empezó hace poco, pero no. He descubierto que nunca han confiado en mí. Nunca.
-Voy a salir-le dije a mis padres que estaban sentados en el salón.
-¿Con quién?- me preguntó mi padre.
-Con la gente.
-¿Quiénes son la gente?
-Papá, la gente: Sheila, Marina, Elena y no sé si han venido Alejandro y la trupe.
-No me gusta esa trupe.
¡Tomaya! Si supiera que en esa trupe está el novio de su hija...
No podía más, tenía que soltarlo ya o iba a reventar:
-A mí tampoco me gusta que no confiéis en mi y me aguanto.
-Pero ¿qué dices, hija? Nosotros sí confiamos en tí- mi madre se metió en la conversación.
-¡Oh, sí! Como se nota.¡Qué pronto me habéis dicho que Daniel era adoptado enh!
Se quedaron callados unos segundos, luego mi padre comentó:
-Ya te lo he dicho muchas veces: ¡hay qué desconfiar de todo el mundo!
-Sí, pero también hay que tener algo de confianza. Y más en tu familia-añadí.
Dicho esto me marché.


Había estado toda la tarde dando vueltas por el pueblo.
Me dirigía a mi casa cuando un hombre mayor, con una gorra y un bastón cuyo nombre no sabía aunque siempre lo saludaba,me paró y me preguntó:
-Oye, niña,¿tu hermano qué se va otra vez para Los Ángeles o qué?
Me quedé asombrada.
Después de unos segundos eternos conseguí responder:
-¿Cómo? No, mi hermano no se va a ningún lado.
-¡Ah! ¿no? Pues la gente están diciendo que se va... pero bueno, será un chisme más...Adiós, muchcha.
-Adiós.-me despedí ,todavía sorprendida.
¿Era verdad que mi hermano se iba, otra vez?¿o sólo era un chisme como tantos otros?Y si, en un caso se fuera,¿por qué mi hermano no me comentó nada?

Cuando llegué a mi casa,ensimismada:
-¿Dónde has estado?-me preguntó mi madre cuando me vio aparecer por la puerta.
Me quedé perpleja.
-¡Vaya! Ya ni un "hola" ¿no?
Se me quedó mirando unos segundos y pronunció un simple "hola".
-¿Dónde has estado?-repitió la pregunta.
-Dando una vuelta por el pueblo.
-¿Con quién?- me cuestionó mi padre metiéndose en la conversación.
<<Empezamos con el interrogatorio...>>
-Con Sheila, Marina y Paqui.
-¿Y Elena?¿No decías que también iba?-saltó mi madre.
-No estaba en su casa- miré a mi padre y me atreví a preguntar-¿por qué me has preguntado que con quién había estado?
-Por nada.
-Es que ha venido la vecina y me ha dicho que te han visto con un niño, y que no era del pueblo- terció mi madre.
<<La vecina... ¿cómo no?, se aburre y no tiene otra cosa que hacer que venir a mi casa>>
-¡Aa! Vale. Pues no, podéis tranquilizaros ¡enh! No he estado con ningún niño.Aunque si fuera verdad,¿qué pasa?¿no puedo hablar con un niño o qué?
-No es eso, hija. Pero es que luego la gente habla...- volvió a hablar mi madre.
-¡Esto es increíble, yo alucino!- me pasé una mano por el cabello-cuando os importe más vuestra hija que lo que diga la gente, me llamáis- me fui a mi habitación.
Me encerré en mi cuarto, puse música y me tumbé en la cama.
<<¿Tan difícil era confiar en una hija?>>